miércoles, 19 de septiembre de 2012

Los 4 signos de un verdadero emprendedor




Si no tiene estos cuatro rasgos, tal vez no naciste para cambiar el mundo, después de todo.
La gente a menudo se pregunta cómo el chico que rara vez hablaba o no era particularmente popular en la clase se convirtió en un genio emprendedor. ¿Qué había en esa persona que le ayudó o lo transformó en un icono de la iniciativa empresarial? ¿Y cómo puedes estar seguro de que tienes lo que se necesita?
Es una combinación de factores:

Pasión
La pasión es el combustible que impulsa la creación de los sueños. Esto es una obviedad. Tienes que levantarte todos los días queriendo tu éxito. Tiene que obsesionarte con la idea de lograr tus objetivos, con la consecución del gran objetivo que dará significado a tu existencia. El truco, por supuesto, es canalizar esa pasión en acción. A veces, la idea es tan emocionante que se convierte en miedo a intentarlo. Y da miedo fracasar. Los emprendedores exitosos saben que el fracaso es parte del viaje y que sin él, no hay éxito.
Convicción
Pasión sin convicción es como una estrella fugaz que se esfuma por completo, incluso antes de darse cuenta de que está ahí. ¿Qué mantiene viva tu pasión? La convicción canaliza tu pasión en un flujo constante. Después de todo, la mayoría de las personas tienen ideas innovadoras en algún momento de sus vidas. Es convicción lo que determina lo que haces con esas ideas. ¿Dejaste que muriera? ¿O fuiste por ella?
Locura
Seamos realistas: Hay que estar un poco loco para lograr el éxito extremo. Se necesita un determinado tipo de locura para nunca quiere renunciar, para creer en algo tanto que te define. Es esta locura la que te lleva a un estado de euforia en el que crees que puedes hacer frente a una meta inalcanzable que otros nunca han tratado de abordar. Si no estás definido por lo que quieres lograr, le impondrás límites a tus esfuerzos. Las personas que cambian el mundo nunca harían una cosa así.
Necesidad de aprobación
Antes de la pregunta “cómo lo hicieron” el “por qué”. Muchos expertos creen que la mayoría de los emprendedores que han hecho historia han sido impulsados por la necesidad de aprobación. En lugar de crear una falta de confianza, esta actitud de “les voy a demostrar” puede fomentar la convicción de un emprendedor. Es la fuerza que hace que él o ella luchen más fuerte. Al final del día, todo el que te dijo que no, merece algo de crédito, ellos te ayudaron a ser lo que eres.
Si la lista de arriba te describe, felicitaciones. Ya estás listo para ser un emprendedor. Estás equipado con un conjunto de virtudes que se unieron para producir grandes cosas. Naciste para hacer una diferencia. Sigue adelante con tu idea, si crees que tienes algo especial. Desafía a los paradigmas que te atan y anda a cambiar el mundo.
Fuente: Inc

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