miércoles, 19 de septiembre de 2012

7 Principios clásicos de las startups exitosas

Llevar una start-up puede hacerte parecer una de esas figuras egipcias de bajorrelieve: Tu cuerpo va por un camino, mientras tu cabeza se retuerce constantemente hacia atrás para ver cuáles de tus errores podrían estar afectándote.
¿Quieres pasar menos tiempo mirando hacia atrás pensando en lo que has hecho mal? Disfruta de los principios clásicos de la creación de startups exitosas:
1. El dinero puede ser la raíz de todos los fracasos
Claramente una empresa intensiva en capital puede requerir cantidades significativas. Pero la mayoría de las empresas requieren poca financiación para empezar. Un inversionista de capital de riesgo supone una relación inversa entre el nivel de financiación y el éxito a largo plazo de las startups.
A corto plazo, el éxito es fácil cuando se tiene dinero para quemar. Sin toneladas de dinero en efectivo, vas a atravesar los problemas y beneficiarte de ello, en lugar de taparlo con dinero.
2. La acción siempre le gana al pensamiento
Un plan detallado es genial, pero cosas pasan, y la mayoría de los emprendedores no logran pasar más allá de los 3 primeros puntos de acción cuando ya se adaptaron a la realidad.
Dedica algún tiempo a la planificación y mucho más tiempo al hacer. Si no estás seguro, haz algo –luego reacciona adecuadamente. Es fácil meditar, sopesar, evaluar y valorar las cosas cuando aún no estas dentro del negocio.
3. Gasta sólo en lo que toca al cliente
Dejar una posición corporativa por una startup con el supuesto de que tus prestaciones deberían ser iguales, es un error. Antes de gastar, siempre pregúntate, “¿esto toca al cliente?” Si no lo hace, no lo compres. Si eres un abogado, tu oficina refuerza tu profesionalismo, y si tienes una tienda, ningún cliente sabe si es que tienes oficina.
Gasta el dinero que tienes en lo que hace una diferencia real para tus clientes. El éxito nunca está definido por una oficina de lujo y comodidades. El éxito se define únicamente por las ganancias.
4. Sólo cazar lo que puedes matar
Casi todas las startups sueñan con encontrar un cliente permisivo, pero esos son difíciles de aterrizar. Céntrate en la prospección donde tienes una razonable posibilidad de éxito.
Después, puede aprovechar tu base de clientes – y lo que has aprendido en el camino – para cazar con éxito un “animal” más grande.
5. Nunca transigir en la localización
Clásico ejemplo: restaurantes. Corto de dinero, el dueño del restaurante elige una barato (lo que significa terrible) ubicación, con la esperanza de que la estupenda comida y un servicio impecable le traerá los clientes. Normalmente, sólo los acreedores verán el restaurante.
Si realmente no tienes competencia – que, en realidad, casi nunca es el caso – y realmente hay un mercado, tal vez los clientes vendrán a ti. De lo contrario, no lo harán.
6. Ganarse la vida no es un derecho
No importa lo duro que trabajes, nadie tiene que comprar lo que vendes. “Justo” se aplica a cómo tratar con clientes, proveedores, vendedores, etc. Justicia de ninguna manera se aplica a si mereces el éxito o el fracaso. Si te pillas a ti mismo pensando, esto no es justo. Yo debería ser capaz de tener una vida digna, para. Tu te ganas el derecho a obtener un beneficio.
Nadie es responsable de asegurarse de que puedas ganarte la vida – excepto tú mismo.
7. No hagas cosas que no generen ingresos
Todo lo que hacemos debe generar ingresos. Deja de crear hojas de cálculo esotéricas. Deja de imprimir los elegantes informes que sólo tú vas a revisar. Deja de perder tiempo en el campo de golf con la esperanza de que tu networking se traducirá en clientes. Minimiza las tareas administrativas, y centra tus esfuerzos en la generación de ingresos.
Claro, puedes hacer lo que amas y el dinero llegará – pero sólo si lo que te gusta hacer es generar ingresos. Si no paga, al menos por ahora, déjalo a un lado.
Fuente: Inc

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