El nivel de estrés que experimentamos está en gran medida bajo tu control.
El truco es encontrar maneras de existir “en el momento”.
Piensa en esto: ¿Por qué la gente se siente “estresada”? Normalmente, es
porque están preocupados de futuros eventos sobre los cuales no tienten
control. En otras palabras, el estrés es simplemente la antigua “preocupación”
– pero rebrandeado para que suene menos débil.
Por ejemplo, muchas personas se sienten “estresadas”, porque “tienen
demasiado trabajo que hacer”. Eso suena perfectamente razonable, pero en
realidad, no es el trabajo lo que está creando el estrés. Es la preocupación de
lo que pueda pasar (o no pasar) si todo ese trabajo no se hace.
Del mismo modo, es “estresante” si usted tiene un trabajo (como atención
al cliente) en el que a veces la gente te grita. No hay duda de que tales hechos
son desagradables, pero la verdadera fuente de la tensión no el grito en sí,
sino la expectación de que va a suceder de nuevo.
Dado que el estrés tiene que ver con el futuro, la verdadera cura para
el estrés es vivir en el presente. Aquí están algunas sugerencias para hacer
esto:
1. Medita u ora todos
los días
Cuando se hace correctamente, la meditación y la oración ponen tus
pensamientos en el presente. Cuando estás centrado en tu respiración, la
energía que fluye a través de tu cuerpo, o de la presencia de Dios en tu vida,
no hay ninguna posibilidad de que el estrés entre en ti. Estas actividades no
sólo crean un respiro del estrés, ayudan a entrenar tu mente para seguir siendo
“consciente”.
2. Dedique un tiempo
diario definido a la planeación
El logro de objetivos es imposible sin planificación – y la
planificación, por su propia naturaleza, implica imaginar el futuro, incluyendo
posibles contratiempos y problemas. Limita tu “pensamiento futuro” a un tiempo
determinado de cada día – y luego pasa el resto de tu tiempo ejecutando los
pasos de tu plan diario.
3. Sepárate de los
resultados
Si bien es cierto que el mundo de los negocios se trata de obtener
buenos resultados, dichos resultados se alcanzan habitualmente a través de la
ejecución de un plan bien pensado. Por lo tanto, una vez que hayas hecho un
plan, pon tu atención en los pasos, no en el resultado. Hasta que los
acontecimientos demuestren lo contrario, confía en que has creado (y ahora
estás ejecutando) el mejor plan posible.
4. Observa lo que
funciona (y lo que no)
Ten en cuenta cuáles acciones parecen conducirte hacia tus metas y
cuáles pareces estar guiándote más lejos. En vez de estresarte por tus
“fracasos” mientras están sucediendo, usa estas notas para ajustar tu plan
durante la próxima sesión de planificación.
Estos pasos requieren de un poco de práctica y disciplina. Pero el
beneficio – una larga vida laboral libre de estrés – bien vale la pena el
esfuerzo.
Por ejemplo, si estás “estresado” porque tienes “mucho trabajo que
hacer”, siguiendo las pautas te obligarás a corto plazo a darte cuenta de que
el concepto de “demasiado” no tiene sentido y que vas a conseguir hacer lo que
tengas que hacer. Vas a comenzar a priorizar lo que es más importante y a
olvidarte de lo que simplemente no se va a hacer.
Del mismo modo, si estás “estresado” porque la gente te grita, seguir
las directrices podrá ayudarte a prepararte emocionalmente para los gritones
(por ejemplo, aprender a encogerse de hombros) o, en su defecto, te ayudará a
encontrar un trabajo en el que no tengas que tratar con esas personas.
Estar centrado en el presente elimina el estrés, incluso cuando ocurre
un desastre. Supongamos, en medio de tu jornada de trabajo, recibes la noticia
de que tu principal cliente va a abandonar el barco.
Podrías reaccionar a la noticia volviendo loco y obsesionado acerca de
cómo la pérdida de ingresos podría arruinar tu empresa o carrera – a pesar de
que nada de eso ha sucedido. O podrías permanecer en el momento, tener en
cuenta que el evento ocurrió, continuar con lo que estás haciendo – y luego,
cuando estás relajado y sintiéndote creativo, diseñar un plan de acción paso a
paso para que el cliente vuelva o encontrar otros nuevos.
En el momento en que realmente te das cuenta de que el estrés es sólo
una creación de la imaginación, sentirás una carga enorme salir de tus hombros.
Y si practicad los pasos y empiezas a vivir en el momento, encontrarás que el
estrés, lejos de ser inevitable, no es más que un mal recuerdo.
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